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Publicado por el 18 junio, 2021 en Noticias

«La solidaridad es lo que mueve la coope»

«La solidaridad es lo que mueve la coope»

Texto de Firuzeh Shokooh Valle para la Semana del Internet.

Hola, buenas tardes, gracias por estar aquí.  Bienvenidos y bienvenidas a este conversatorio que cierra la maravillosa serie de eventos de la Semana del Internet que organizó la cooperativa Sulá Batsú. Hoy estaremos conversando con el equipo de Sulá Batsú sobre su trayectoria de 16 años trabajando en colectivo para una sociedad digital más inclusiva y solidaria. Al final tendremos tiempo para sus preguntas. 

Antes de comenzar el conversatorio con el equipo, voy a hablarles un poco sobre mi trabajo con Sulá Batsú. Luego de pasar mi primer verano haciendo trabajo de campo en la coope, en el 2014, como estudiante graduada, regresé a Estados Unidos lista para escribir mi tesis doctoral sobre género, tecnología y desarrollo. Pero cuando comencé a revisar mis notas de campo, mis observaciones y comentarios, y las entrevistas que les hice a todos y todas, me di cuenta de algo que me rompió la cabeza: había algo de la coope que no podía apalabrar. Lo que al inicio no podía apalabrar era lo que había vivido, sentido, y observado en la coope: la solidaridad

Con el tiempo, y con muchas más conversaciones con la gente querida de Sulá Batsú, y estancias en Costa Rica, empecé a entender que la solidaridad es lo que mueve la coope. La coope trabaja en temas de sociedad y tecnología, el intercambio libre de conocimientos, arte y cultura, y economía de la solidaridad en muchas esferas distintas, desde la transnacional y regional, hasta las del estado y la municipal, en las universidades y las cámaras de comercio, con organizaciones comunitarias, y personas históricamente marginadas como las comunidades indígenas, mujeres y niñas rurales, activistas que defienden la tierra, entre tantos otros. 

Para mi, la labor más transcendental y revolucionaria de la coope es su trabajo micropolítico: en cómo trabajan sus relaciones y afectos en cada espacio en el que se mueven, entre el equipo, con las comunidades, con las tecnologías que diseñan, piensan e imaginan, tejido con una política de cuidado de solidaridad y cariño y de una esperanza radical de construir el mundo que sueñan. Ese mundo de saberes compartidos. Es decir, la revolución está en cómo hacen lo que hacen. La solidaridad es parte también de sus conflictos, negociaciones, frustraciones, tristezas y rabias ante las numerosas formas de violencia que nos azotan. No estoy diciendo que todo sea color de rosa, para nadie lo es, y eso no es lo importante, la clave es cómo vivir y sobrevivir solidariamente antes las múltiples crisis que les han acechado a través de estos 16 años. Si algo nos ha enseñado la pandemia, espero, es que la solidaridad colectiva es vital. 
En uno de los eventos de esta semana del internet, Kemly mencionó que como activistas que trabajan en la apropiación de la tecnología, “defender la vida” es crucial en un mundo en que las políticas coloniales-capitalistas—que rigen la mayoría de nuestras tecnologías—cada vez más se nutren de la extracción, la explotación, y el despojo de la vida misma. De toda la vida, humana y más que humana. Y eso es lo que hace la coope, defender la vida, forjando a diario—colectivamente—una “política de conexiones”, como dice Rita Segato, que enhebra lo humano y lo más que humano, las personas con la tierra, el planeta y los objetos. Estas relaciones de solidaridad no solo denuncian, y aquí está la clave, sino que anuncian la posibilidad de mundos más justos, en donde todos, todas y todes, la tierra, los animales, y los objetos –¿porqué no? — podamos florecer en conjunto.