Columna: «Gentle people with flowers in their hair»

Por Isabel Rojas. Cuando escuché por primera vez sobre el Dev Summit en San Francisco, pensé que no iba a entender una palabra de lo que dijeran, a mis limitaciones en lengua inglesa, se sumaba la tan temida lengua de la tecnología. A todas y todos nos gusta la tecnología, ya sea para entretenimiento o para investigar, pero cuando nos toca hablar realmente en lenguaje código, se nos paran los pelos, obvio si no somos del sector de tecnología.

Además, ganó Trump, eso sí que me nublaba el panorama, de visitar la añorada “tierra de las oportunidades”.

Desde el taxista que me recogió en la embajada estadounidense en Costa Rica y me compartió sus experiencias con el frío, las decoraciones de navidad y halloween, las extenuantes horas de trabajo y su regreso a nuestro amado país, hasta mis amigas y familiares que habían estado o no por allá tenían algo que decir, todo el mundo tiene algo por decir de los Estados Unidos, sea porque lo vio en una película o porque lo escuchó de un primo, de un amigo que se fue ilegal… Estados Unidos y su gente, está presente en la vida de casi todas las personas…

Así que llegué por allá con la “confianza” que me da mi curso de inglés para comunicarme, con la incertidumbre de la recepción en migración, con la ansiedad de conocer personas estadounidenses y tecnólogas en el Dev Summit y con el alivio de saber que los organizadores del evento eran amables y atentos en todo momento.

Lo que encontré por allá, fue completamente diferente a lo que me imaginaba. ¿Recuerdan esta canción?: “If you’re going to san Francisco be sure to wear some flowers in your hair, if you’re going to san Francisco you’re gonna meet some gentle people there for those who come to san Francisco summertime will be a love-in there in the streets of san Francisco gentle people with flowers in their hair” fue así, excepto por las flores y que había mucha gente hablando en español…

Lo que encontré en el Dev Summit, fue una gran calidez humana, mucho amor en el aire, pero lo más sorprendente, fue descubrir a tantas y tantos estadounidenses decepcionados, tristes, asustados y con ganas de luchar, de enfrentar a un presidente electo democráticamente, pero al que ellas y ellos no eligieron. Manifestaron en cada oportunidad que tuvieron cómo no iban a permitir que una persona egoísta, misógina, capitalista, racista y millonaria destruya a una sociedad libre y que ama.

Más allá de los nuevos conocimientos técnicos que sí experimente, lo más significativo fue encontrarme a tantos seres humanos comprometidos con hacer de este mundo un lugar en el que se respeten todos los derechos de todas las personas, todos los días…