Columna: Mujer medicina
Por Adriana Ulate. Las mujeres de ahora se encuentran en un despertar, un despertar de conciencia, y espiritual, un despertar que las lleva a un empoderamiento de sí mismas, mujeres llenas de fuerza y libres de miedos.
El ser mujer es una sociedad patriarcal es difícil, lidiar con los patrones y estereotipos de género, que tanto la sociedad y la familia imponen sobre nosotras, el lidiar con la carga de ser siempre amorosas, delicadas, cuidadoras de los demás, donde la religión nos manda a ser máquinas reproductoras de más seres humanos, mujeres que tenemos que lidiar con el estándar de belleza de medidas perfectas, cutis perfecto, abdomen plano y piernas sin celulitis.
En numerosas ocasiones el ser mujer nos pone en situaciones de vulnerabilidad y peligro, es caminar con miedo, con miedo a ser acosadas, abusadas, violentadas. Es vivir con el temor del hombre que viene detrás nuestro, del carro que está en la esquina, el miedo que se le tiene a la pareja, el de expresarse y de ser nosotras mismas. Ser mujer en una sociedad que te exige cada vez más dejar de ser vos es muy difícil, y somos las mujeres de ahora que vamos abriendo camino, y lo más importante que nos apoyamos unas a las otras.
Todos los movimientos feministas, las movilizaciones por la reivindicación de los cuerpos femeninos, las marchas exigiendo respeto, gritando justicia, las vigilias para visibilizar a las mujeres que han muerto víctimas del machismo y demás, han ido fortaleciendo y empoderando cada vez a más mujeres.
Podemos hablar de una generación de mujeres medicina, mujeres que se sanan a sí mismas, que reconocen y escuchan su cuerpo. Mujer medicina es aquella que va rompiendo con los estereotipos de belleza, aquella que acompaña y apoya a otras mujeres, sembrando en cada una la semilla de la sororidad.
Desde la ideología chamánica se le llama mujer medicina a la mujer que danza, canta, la que tiene un vínculo con la naturaleza, conoce sus secretos, sana con hierbas, acompaña en los partos, escucha y guía a mujeres y hombres en su despertar espiritual. Es la mujer que construye su propio camino desde el corazón, desde el amor, y sabemos que el amor es la única medicina que sana el cuerpo, la mente y el espíritu.
Las mujeres medicina somos todas. Esas que se reúnen en círculo con sus iguales, creando espacios de conocimiento y trabajo donde nos sentimos seguras, amadas, respetadas, donde se trabaja a nivel colectivo e individual por ese despertar de conciencia, también las mujeres medicina son las que trabajan con sus compañeros, sus parejas, por la construcción de la igualdad y nuevas masculinidades.
Puede sonar muy idílico, un grupo de mujeres empoderadas, pero es real, y desde todos los ámbitos estos círculos de mujeres, grupos, tribus, van contribuyendo al crecimiento personal, espiritual y profesional.
Las mujeres conscientes, las mujeres medicina son capaces de generar cambios pero más importante crear unidad y fortalecer a sus iguales.