Crónica de ser una mamá profesional
Por Isabel Rojas. Son las 5:20 a.m., suena la alarma de mi teléfono celular, pero solo 20 minutos antes estaba en mi sillón turquesa amamantando a mi nena, papá salió hace unos 10 minutos. Es hora de correr, baño rápido, gracias a mi nuevo corte de cabello, que ahora me permite ser libre de valiosos minutos de desenredo y limpieza. Vestimenta cómoda y fresca, que diga ¡soy una mamá y trabajo, pero también se divertirme! Ojalá. Preparar mi gran bolso, aunque mis ojos se ilusionan con uno de aquellos más pequeños, bonitos y juveniles, el molote de cosas en la cama, testigos de mis nuevas necesidades me hacen rendirme al clásico bolso de señora, ni modo. Los libros, el cargador (ahora definitivamente no puedo quedarme sin cel), el sacaleches y el atún para almorzar (imposible cocinar otra cosa) necesitan espacio extra. Un desayuno rápido y veloz, una galleta acompañada medio vaso de jugo. Dos mágicos minutos extra me permiten encontrar más galletas para el camino. El bolso de la...
Leer más